En el deporte el objetivo es ganar, pero eso no siempre es lo más importante, rendir al máximo nivel requiere de un sacrificio tan elevado que la mayoría de los atletas tienden a ser egoístas por aquello de llevarse la victoria, pero hay ocasiones en la que prevalece un lado más humano, un gesto en la que el triunfo personal queda relegado para ayudar a un rival en desgracia.